«Es el año 2046. Todo lo que haces es medido o monitoreado. Trillones de sensores rastrean a dónde vas, qué haces, cómo está tu salud, tu intestino, qué estás pensando, cómo te sientes y qué sueñas acerca de. Cada producto que usa está diseñado para capturar información.
Miles de millones de algoritmos están constantemente haciendo predicciones sobre sus preferencias y lo que hará a continuación. Siente que, aunque aceptó esta realidad, al final, tuvo un alto precio y usted ha perdido su libertad.
Por primera vez experimentas cómo cada decisión que tomas tiene un impacto en cómo progresa tu vida. Porque todo es automáticamente identificado, medido, capturado y transferido a múltiples inteligencias artificiales que llegan a conocerte mejor que tú mismo.
Afortunadamente, tienes formas de recordar esa sensación de libertad. Puede tener acceso a mundos virtuales que siente y experimenta como reales. Mundos donde no hay sensores, ni IA, ni predicciones ni algoritmos. Mundos donde solo estás tú, donde sientes que puedes guardar tus secretos, donde no te sientes observado ni analizado. Mundos en los que incluso puedes cometer grandes errores o portarte mal.
Mundos donde no sientes que eres el producto. Pero también sabe que todo lo que hace en estos mundos virtuales son datos que se transfieren a múltiples IA en su mundo real.
No importa porque, al final, tu libertad virtual no tiene precio.
