Estar solo ya no es el tabú que alguna vez fue. A medida que los viejos estereotipos sobre la necesidad de una pareja o estar casado pierden relevancia, las personas eligen cada vez más por sí mismas si ser solteros o no.
En 2021, más de 37,5 millones de adultos estadounidenses viven solos . En Suecia , Dinamarca, Noruega y Finlandia, países con algunos de los niveles de vida más altos, alrededor del 40 % de los hogares está formado por una sola persona. Para el año 2030 este porcentaje habrá aumentado en un 50% o más, dependiendo del país. Los números muestran que millones de personas en todo el mundo viven vidas solteras sin relaciones románticas serias o a largo plazo. Tales personas se llaman » singletons «. El colectivismo, incluida la vida familiar, es, en su mayor parte, una reliquia del pasado. En cambio, estas personas viven por el bien del autodesarrollo y su estilo de vida es progresivo.
El amor se convierte más en una actitud que en un sentimiento. Cada interacción tiene su propio nivel de intensidad, incluso la comunicación virtual. Si una conversación se siente bien, incluso en un intercambio con chatbots, se forman en el cerebro «hormonas felices», como la serotonina y la dopamina. Estas hormonas, que nos permiten sentir amor, se producen no solo cuando nos conocemos en persona. Desde un punto de vista psicológico, sentimos que el amor por los robots y los avatares ya no es una fantasía futurista. Esto podría llevarnos a diferenciar mucho más el papel de los singletons en el futuro, ya que son capaces de satisfacer su anhelo de compromiso a través de la tecnología. Están surgiendo formas de relación completamente nuevas, y descubriremos cada vez más que estas también son beneficiosas. Que se sientan reales.